El diario de Ana Frank
Título: El diario de Ana Frank
Autor:  Ana Frank
Editorial: Garbo
Género: Narración, novela e historico.

Ana Frank es una niña judía que, durante le Segunda Guerra Mundial, tiene que esconderse para escapar a la persecución de los nazis. Junto con otras siete personas permanece escondida en la «casa de atrás» del edificio situado en el canal Prinsengracht n° 263, en Ámsterdam. Después de más de dos años de haber estado ocultos, los escondidos son descubiertos y deportados a campos de concentración. De los ocho escondidos, solo el padre de Ana, Otto Frank, sobrevive a la guerra. Después de su muerte, Ana se hace mundialmente famosa gracias al diario que escribió durante el tiempo en que estuvo escondida.

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Reseña

El diario de Ana Frank, narra con palabras de su protagonista, una niña judía de 13 años, la historia de la invasión nazi en Holanda. este relato verídico, cuenta la particular situación de ocho personas, entre ellas Ana y su familia, compuesta por su madre Edith Frank-Holländer, su padre Otto Frank y su hermana tres años mayor, Margot, que se escondieron en el anexo oculto, de unas grandes oficinas para escapar de la represión nazi. Permanecieron escondidos, en ese lugar ubicado en la ciudad de Amsterdam, desde el 12 de junio de 1942 hasta el 4 de agosto de 1944 cuando fueron finalmente encontrados. Los agentes de la Gestapo detuvieron a todos los ocupantes y los llevaron a diferentes campos de concentración. 

Ana Frank es sin duda el personaje histórico que más ha contribuido a conservar el triste recuerdo del holocausto, que representa una de las mayores atrocidades de la historia de la humanidad. Su testimonio sirve para conocer los horrores del nazismo en toda su dimensión y dureza. 

En su diario personal, que comenzó a escribir apenas un tiempo antes de la invasión nazi, Ana Frank expresa sus sentimientos y emociones durante su estancia, oculta de la vista del ejército nazi. También cuenta las reacciones y las diferencias en la convivencia con sus acompañantes en la Casa de atrás, nombre con el cuál bautizaron a su transitoria morada que hoy se ha convertido en un museo. En dicho desván convivieron dos familias : la Familia Frank y la familia van Pels y un viejo dentista del pueblo llamado Fritz Pfeffer. Intentaron de esta manera, protejerse y evitar que los nazis los encuentren y los transfieran a campos de concentración. 

El particular escondite se encontraba ubicado en las oficinas donde trabajaba el padre de Ana. Los compañeros de trabajo de este se encargaron de proporcionarles a los ocho judíos la comida y la ropa necesaria para su estadía, aun sabiendo que existían fuertes represarías a quien refugiara a un judío en aquella época. Cuatro antiguos compañeros del padre de Ana eran los únicos que sabían donde se hallaban, allí estarían seguros si nadie decía nada y si nadie se hubiese enterado. Para oculta la entrada a la casa de atrás, habían colocado un armario que tapaba la puerta. 

El comienzo del diario de Ana Frank, habla de su vida normal, detalles de cómo era el colegio y su relación con amigos y amigas, comentarios típicos de una niña de 13 años. Luego, en el periodo en que recién se habían instalado en la casa de atrás, habla de su adaptación al escondite y a sus compañeros. Al principio le cuesta mucho la convivencia, lo pasa muy mal, ya que todos la toman como una ¨niña estúpida y parlanchina¨, ya que era la menor del lugar. Ella cuenta como solamente confiaba en su padre, le contaba todos sus problemas ya que se sentía más cómoda con el que con su madre. Para ella su padre era un buen ejemplo de hombre, en cambio su madre le parecía el peor ejemplo de mujer y de madre, porque creía que ella no aguantaría vivir su vida como su madre, que solo se ocupaba de las cuestiones de la casa. Ana quería llegar a ser algo más en la vida. 

Ella va contando su experiencia día a día. La mayoría de las jornadas le resulta excesivamente fastidiosa, en aquel escondite no encuentra nada que hacer, pero algunos otros días, según relata, se los pasaba llorando en su habitación ya que el encierro hace decaer su estado anímico. El mal humor, también era algo bastante normal en el escondite, el estado en el que vivían, hastiaba a la mayoría de las personas. Por esta razón, los ocho judíos allí ocultos, no entablaron una relación de amistad, simplemente coexistían en el mismo espacio y procuraban hacer una vida lo más normal posible. 

Después de un año en la Casa de atrás, Ana se hizo ciertamente amiga de Peter el hijo de la familia Van Pels. Detalla en su diario un cierto enamoramiento entre los dos jóvenes, cuenta como la mayoría de las noches se las pasaban en la habitación de él, mirando por la ventana las estrellas y la luna. Esos fueron los momentos más felices que Ana describió durante su estadía en el escondite. 

También aparece entre los relatos del diario, un robo ocurrido en las oficinas, que provocó en los habitantes del anexo un intenso miedo. Existia en sus mentes el horroroso pensamiento de que la Gestapo, los podia encontrar y los ruidos de los ladrones en las oficinas, provocaron en los refugiados la sensación de que los habían encontrado. Se dieron cuenta de que se trataba de ladrones cuando al verlos a ellos, los ladrones salieron corriendo. Los delincuentes se habrían imaginado que se trataba de guardias de seguridad del lugar. Finalmente fueron encontrados por los nazis el 4 de agosto de 1944. 

Después de permanecer durante un tiempo en los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz, Ana y su hermana mayor, Margot, fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron durante una epidemia de tifus a causa de las malas condiciones de higiene en que se encontraban,

Crítica: Me impactó cuando lo leí. Me llegaron tantas interrogantes, todo parecía tan común y por ratos la protagonista parecia olvidar que estaba en medio de una guerra.


Brenda Beltran